Este post –ya me vale para terminar la semana–, está dedicado a todos los antiabortistas que mañana no saldrán a la calle. Yo no me encuentro entre ellos. No porque vaya a pasear una camiseta siniestra con la imagen de un feto por la calle, si no porque no soy antiabortista. Creo que esta Ley es necesaria y justa, porque creo que preserva lo que para mí es más sagrado; la libertad individual por encima de cualquier otro precepto.
Sin embargo, respeto profundamente a todo aquel que como yo, mantiene en su intimidad su posición. Al que no la airea, no la exhibe y por supuesto no hace de ella una bandera. ‘Provida’ o ‘nosotras parimos, nosotras decidimos’, son símbolos de la malversación de un principio. Son el escaparate circense de unas creencias, las que sean, que debería pertenecer al terreno de lo íntimo y lo privado. Al ejercicio de la reflexión.
Y ahora, para todos los que enarbolen la bandera de la libertad de decisión y de la progresía. En definitiva para todos los que, como yo, creen en la Ley del Aborto como salvaguarda de la libertad individual de decidir el rumbo la vida propia, ahora os dejo esta foto. Porque ser abortista implica, sobre todo, saber qué defendemos, y enfrentarse introspectivamente a ello. Y ahora el que quiera que simplemente deje de dar voces y se siente a reflexionar.
Este es el aspecto de un feto de 12 semanas